Aunque es cierto que tradicionalmente se han visto afectados por infartos más hombres que mujeres, es importante tener en cuenta que las enfermedades cardiacas siguen siendo la principal causa de muerte tanto en hombres como en mujeres en todo el mundo. Sin embargo, los síntomas y los factores de riesgo de los infartos pueden diferir a veces entre géneros.
Por qué mueren más mujeres de infarto que hombres:
Retraso en el reconocimiento de los síntomas: Las mujeres pueden experimentar síntomas menos típicos o sutiles que los hombres. Esto puede retrasar el diagnóstico y el tratamiento, aumentando el riesgo de complicaciones y muerte.
Subestimación del riesgo: Las mujeres pueden subestimar su riesgo de enfermedad cardiaca, lo que conlleva un retraso en la atención médica y en la adopción de medidas preventivas.
Factores hormonales: Antes de la menopausia, los estrógenos proporcionan cierta protección contra las enfermedades cardiacas. Sin embargo, después de la menopausia, el riesgo para las mujeres aumenta.
Signos y síntomas de un ataque al corazón:
Molestias o dolor en el pecho: Es el síntoma más frecuente tanto en hombres como en mujeres. Puede sentirse como presión, opresión, plenitud o dolor en el centro del pecho.
Dolor en la parte superior del cuerpo: Puede experimentar dolor o molestias en los brazos, el cuello, la mandíbula, los hombros o la espalda.
Falta de aliento: Puede producirse dificultad para respirar o sensación de falta de aire, a menudo junto con molestias en el pecho.
Náuseas, mareo o sudores fríos: Algunas personas, sobre todo las mujeres, pueden experimentar estos síntomas sin dolor torácico.
Es importante recordar que los síntomas de un ataque al corazón pueden variar y que no todo el mundo experimenta un dolor torácico intenso. Cualquier síntoma inusual o persistente debe tomarse en serio y ser evaluado por un profesional médico.
Dieta sana para la salud del corazón:
Una dieta cardiosaludable puede ayudar a reducir el riesgo de enfermedades cardiacas. He aquí algunas recomendaciones dietéticas clave:
Coma frutas y verduras variadas: Intente comer al menos cinco raciones al día. Son ricas en vitaminas, minerales y fibra.
Elija cereales integrales: Opte por el pan, la pasta, el arroz y los cereales integrales en lugar de los refinados.
Incluya fuentes de proteínas magras: Elija carnes magras como aves y pescado, legumbres, frutos secos y semillas.
Limite las grasas saturadas y trans: Reduzca la ingesta de alimentos ricos en grasas saturadas y trans, como las carnes grasas, los productos lácteos enteros y los aperitivos procesados.
Opte por las grasas saludables: Incluya alimentos ricos en grasas monoinsaturadas y poliinsaturadas, como aguacates, aceite de oliva, pescados grasos y frutos secos.
Controle el consumo de sodio: Limite la cantidad de sodio (sal) en su dieta evitando el exceso de sal y los alimentos procesados.
Limite los azúcares añadidos: Reduzca el consumo de bebidas azucaradas, postres y aperitivos procesados.
Recuerde que mantener un estilo de vida saludable va más allá de la dieta. La actividad física regular, la gestión del estrés, el mantenimiento de un peso saludable y evitar fumar también son cruciales para la salud del corazón. Consulte a un profesional sanitario para obtener asesoramiento y orientación personalizados sobre sus necesidades de salud específicas.
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