La fabada asturiana es uno de los platos más representativos de la gastronomía de Asturias, en el norte de España. Esta receta tradicional es un guiso contundente y reconfortante, perfecto para los días fríos de invierno.

La fabada asturiana se prepara con fabes, un tipo de judía blanca grande y mantecosa, que se cocina lentamente junto con chorizo, morcilla, panceta, tocino y a veces incluso lacón. Este plato suele cocinarse en una olla grande y de barro, lo que le da un sabor y una textura muy característicos.

Para preparar una fabada asturiana auténtica, es importante tener en cuenta algunos aspectos clave. En primer lugar, hay que respetar los tiempos de cocción de las judías, que suelen ser largos para que queden tiernas y cremosas. También es importante añadir los ingredientes en el orden correcto para que se cocinen adecuadamente y se mezclen sus sabores.

Además, la fabada asturiana se suele acompañar con un trozo de pan de maíz, conocido como “pantruque”, que se utiliza para mojar en la deliciosa salsa que se forma durante la cocción. Un vaso de sidra asturiana es el complemento perfecto para esta comida, que resulta aún más deliciosa si se deja reposar unas horas o incluso de un día para otro para que los sabores se asienten.

La fabada asturiana es un plato muy popular en toda España, pero especialmente en Asturias, donde se celebra incluso una feria dedicada a este plato, conocida como “La Feria de la Fabada”. Este guiso es una muestra de la rica tradición culinaria asturiana, que destaca por su sencillez, autenticidad y sabor.

En definitiva, la fabada asturiana es un plato único y delicioso que merece la pena probar. Si tienes la oportunidad de visitar Asturias, no dudes en degustar este manjar en alguno de los restaurantes tradicionales de la región. ¡Seguro que te conquistará con su sabor intenso y reconfortante!