Los tomates secos son una deliciosa forma de conservar y disfrutar de los sabores intensos y concentrados de esta fruta durante todo el año. Aunque se pueden comprar fácilmente en tiendas especializadas, hacer tomates secos caseros es una opción económica y muy sencilla de llevar a cabo.

Para hacer tomates secos en casa, solo necesitas tomates maduros, sal, aceite de oliva y algunas especias al gusto. Puedes utilizar cualquier tipo de tomate, pero los cherry suelen ser los más utilizados por su tamaño y sabor.

El primer paso es cortar los tomates por la mitad y quitarles las semillas. Luego, los colocamos en una bandeja de horno con la piel hacia abajo y los sazonamos con sal, aceite de oliva y las especias que prefieras, como orégano, albahaca o ajo en polvo.

A continuación, debes hornear los tomates a baja temperatura durante varias horas, hasta que estén secos pero aún flexibles. Puedes dejar la puerta del horno entreabierta para facilitar la evaporación del agua y obtener unos tomates secos perfectos.

Una vez listos, simplemente déjalos enfriar y guárdalos en un frasco de cristal con aceite de oliva para conservarlos por más tiempo. Puedes utilizar los tomates secos en ensaladas, pastas, pizzas, panes o como un aperitivo delicioso.

Los tomates secos caseros son una forma deliciosa de disfrutar de los sabores intensos de esta fruta durante todo el año. Son fáciles de hacer, económicos y una opción saludable para disfrutar de un ingrediente lleno de sabor en tus platos favoritos. ¡Anímate a hacerlos en casa y sorprende a tus invitados con tus propios tomates secos caseros!