El cocido gallego, también conocido como caldo gallego o caldo gallego, es un plato tradicional de la región de Galicia en España. Se caracteriza por ser un guiso muy completo y reconfortante, perfecto para los días fríos.

Este plato se prepara con una gran variedad de ingredientes, que pueden variar según la zona o la época del año. Sin embargo, los ingredientes básicos suelen ser garbanzos, patatas, repollo, carne de cerdo (como lacón, costillas o chorizo), chorizo, tocino, morcilla, verduras (como zanahorias, nabos y grelos) y a veces incluso alguna pieza de ternera.

La preparación del cocido gallego es bastante sencilla, pero requiere tiempo y paciencia. Primero se hierve la carne en una olla grande con agua, añadiendo sal y laurel. Una vez que la carne esté tierna, se agregan los garbanzos, las patatas y las verduras, y se cocina todo junto hasta que estén bien cocidos. Al final, se retira la carne y se corta en trozos, que se sirven junto con el resto de los ingredientes en una sopera.

El cocido gallego se sirve caliente y se acompaña tradicionalmente con pan y vino tinto. Es un plato muy completo y nutritivo, perfecto para disfrutar en familia o con amigos. Además, es ideal para preparar en grandes cantidades y guardar para consumir durante varios días, ya que suele estar aún más sabroso al día siguiente.

En resumen, el cocido gallego es un plato clásico de la gastronomía gallega que no puede faltar en la mesa de cualquier buen gallego. Su sabor reconfortante y su versatilidad lo convierten en una opción perfecta para cualquier ocasión. Sin duda, un plato que hay que probar si se visita Galicia.